En una era donde la digitalización avanza a pasos agigantados, las instituciones públicas y privadas buscan adaptarse a los nuevos retos que esta implica. La Consejería de Justicia, Administración Local y Función Pública de la Junta de Andalucía no se queda atrás en este proceso de transformación digital y presenta un innovador proyecto que marca un antes y un después en el acceso al empleo público. A través de la implementación de proyectos pilotos en las convocatorias de empleo público de 2022 y 2023, anunciadas este año, la Junta introduce requisitos revolucionarios relacionados con el manejo de idiomas y, especialmente, con el uso y conocimiento de las nuevas tecnologías (TIC).
Esta iniciativa surge en un contexto donde la Ley de Función Pública, vigente desde diciembre de 2023, busca adaptar el funcionamiento de la Administración a las necesidades actuales y futuras de la sociedad. El consejero José Antonio Nieto, en una comisión parlamentaria, ha destacado la importancia de esta medida como un paso fundamental hacia la modernización de los procesos de selección para el ingreso a la función pública.
El borrador de decreto que regula la planificación y ordenación del empleo público destaca por su enfoque innovador en el proceso de selección. Entre sus propuestas más destacadas, se encuentra la inclusión de un período de prácticas o un curso selectivo de formación, motivadamente y una vez superada la oposición o el concurso-oposición. Esta medida pretende garantizar que los aspirantes no solo cuenten con los conocimientos teóricos necesarios, sino también con las habilidades prácticas indispensables para desempeñar su función de manera eficaz.
El período de prácticas, de duración no superior a los seis meses para los cuerpos del grupo A y de tres para el resto de grupos, es un claro indicativo de la intención de la Junta de Andalucía por priorizar la calidad y la preparación de sus futuros funcionarios. Este enfoque ha sido defendido por Nieto como una respuesta a las críticas sobre el método tradicional de selección basado en la memorización, señalando que “la capacidad de memorizar unas oposiciones no garantiza que sea el mejor proceso de selección”.
A pesar de las críticas y dudas surgidas, especialmente desde las filas socialistas y los sindicatos, el consejero insiste en que el borrador es el resultado de un proceso de diálogo y negociación, en el que se ha buscado el consenso para mejorar el sistema de selección. Además, destaca la importancia de establecer criterios claros y una evaluación transparente, como ha exigido la formación política Vox, para garantizar la equidad y la adecuación de los candidatos a las necesidades reales de la Administración.
La incorporación de las nuevas tecnologías en el proceso de selección no solo es un reflejo de la adaptación de la Junta a los tiempos actuales, sino también una apuesta por candidatos más preparados y versátiles, capaces de enfrentarse a los desafíos que la era digital presenta. Esta iniciativa abre las puertas a un futuro donde la competencia, la innovación y la adaptabilidad serán claves en el acceso al empleo público, marcando un hito en la historia de la función pública en Andalucía y, posiblemente, en el resto de España.




